¿Han escuchado alguna vez a alguien que habla bonito pero rebuscado? ¿O a alguien al que no se le entiende ni papa de lo que habla, pero lo pronuncia tan bien y con tanta elegancia que uno termina asintiendo a todo lo que dice, pero en realidad no entiende absolutamente nada?
Estamos seguros que en más de una ocasión les ha pasado esto. A todos nos ha pasado. Y muchas veces, para no quedar de tontos, inorantes o torrantes, les decimos a estas personas que "sí" a todo na'más para que nos dejen en paz y poder alejarnos de su verborrea, porque su "elocuencia" llega, incluso, a marearlo a uno.
Y como ocurre que no siempre tenemos el carácter suficiente (o el manejo de la información) para decirles a estas personas que no les estamos entendiendo lo que dicen, o sencillamente para preguntarles por el significado de sus palabras, nos quedamos callados para no ser menos, ya que nos da vergüenza.
Es lo que comenzó a pasarnos cuando hace un año, más o menos, escuchamos en la V Región, por primera vez en nuestras vidas, la idea de que la artesanía era "Patrimonio Cultural Inmaterial", donde algunos artesanos parecían tener todo esto muy claro, al extremo de no dejar espacio ni siquiera a las preguntas (¡que ni hablar de ponerlo en duda!). Tuvimos, entonces, la impresión de que, en comparación con ellos, estábamos muy retrasados en cuanto a nuestras reflexiones sobre nuestro trabajo.
Fue así que empezamos a darle vueltas al tema, intentado, como siempre, dilucidar todo esto, esclarecerlo, ya que es muy fácil que a uno le embolinen la perdiz y lo hagan leso simplemente por quedarse en los laureles, por no darse el tiempo de leer un par de documentos, de ver unos cuantos vídeos y hacerle preguntas a quien tenga la buena voluntad de contestarnos.
Incluso en aquellos momentos, escribimos en nuestro diario de campo, el día lunes 26 de marzo de 2018, lo siguiente:
"Hay algunos artesanos (...) que están convencidos ellos solos de que la Artesanía es Patrimonio Cultural Inmaterial y que, justamente, es ahí donde está el valor de lo que hacemos. (pfff!!)
Si esto fuera así, ya nos condenamos solitos a la extinción, pues si lo que hacemos es, efectivamente, Patrimonio Cultural Inmaterial, ¿qué queda de nosotros?, ¿somos fantasmas, acaso?, ¿no comemos, no pagamos cuentas, no mantenemos familias?
(...) Los fantasmas no comen, no tienen hijos, no mantienen familias o les llegan las cuentas mes a mes, y aunque algunos se presenten a votar a las elecciones de vez en cuando, no conozco ningún artesano que se las vea tan fácil con la realidad material de nuestra existencia."
Estas notas las escribimos sin tener más conocimiento del tema del Patrimonio Cultural Inmaterial que la consigna que usaban algunos en aquellos tiempos (y todavía) sobre que la Artesanía era (según ellos) Patrimonio Cultural Inmaterial de los Pueblos.
Sobre todo nos causaba ruido el uso de la palabra Inmaterial (como salida de algún diccionario místico, ocultista, de magia negra o de filosofía griega antigua), y una tremenda desconfianza el hecho de no tener acceso a información clara y concreta sobre el asunto. Lo del Patrimonio, medianamente, podíamos entenderlo; lo de Cultural nos quedaba más que claro, ¿pero lo Inmaterial? ¿Cómo entender lo Inmaterial?
Junto a eso, se hablaba de otro tema que iba relacionado. La Salvaguardia. Y que el Estado debía "Salvaguardar" este Patrimonio Cultural Inmaterial, que "sería la Artesanía", porque la Unesco así lo mandaba y otras cosas que fueron saliendo. Comprenderán ustedes que si ya nos resultaba complejo comprender lo primero sin mayor información... imagínense lo segundo.
Desde ese momento comenzamos a parar la oreja cada vez que salía este tema en alguna conversación con nuestros pares, y fuimos dándonos cuenta de que, la mayor parte de las ocasiones, no pasaba más allá de la consigna, de la forma, pero al momento de preguntar o indagar un poco más por el fondo de la cuestión, por la parte profunda del asunto, la mecha siempre se quedaba corta.
Por otro lado, cuando teníamos la oportunidad de encontrarnos con especialistas en el tema, gente del Ministerio de las Culturas, las Artes y el Patrimonio, principalmente, ellos hablaban de las tejedoras del Crin en Rari, de las alfareras de Quinchamalí, de la cestería Yagan, de la soguería de Cochrane y Bahía Murta, de SIGPA, del PCI, de solicitudes ciudadanas, de inventarios, de "la Convención" y cosas por el estilo, sin pronunciarse jamás sobre los artesanos urbanos, de aquellos que recién comienzan en el oficio, que no aprendieron sus técnicas de manos de sus padres o abuelos, y que tienen que vérselas día a día con las dificultades de comercializar sus obras entre emprendedores y comerciantes para lograr así profesionalizar su oficio. Todo lo cual nos parecía tremendamente fuera de foco y nos confundía todavía más.
Fue entonces, después de un año, más o menos, de indagaciones, y con la publicación del libro Artesanía Urbana en Chile, de los Artesanos Alicia Cáceres y Juan Reyes, que encontramos una cita muy interesante que hablaba sobre definiciones de Artesanía y donde ellos citaban en ese texto un documento llamado "Convención para la Salvaguardia del Patrimonio Cultural Inmaterial", que Chile había ratificado en el año 2009. Lo que terminó de convencernos de que el tema era realmente importante y no podíamos pasarlo por alto.
Artesanía Urbana, Alicia Cáceres y Juan Reyes, 2019, p.25., Ministerio de las Culturas, las Artes y el Patrimonio. |
No nos tomó mucho tiempo encontrar el documento en Internet y ponernos manos a la obra. La lectura que hicimos entonces, directamente de la fuente, además de la posterior investigación, despejó todas nuestras interrogantes y nos dejó varias conclusiones.
¿Es realmente la Artesanía Patrimonio Cultural Inmaterial de los pueblos? ¿Es cierto que el Estado está obligado a Salvaguardar la actividad de todos los Artesanos sólo por dedicarse uno a la Artesanía y porque la Unesco lo manda? ¿Qué hay de cierto en todo esto?
Si quieren despejar éstas y otras dudas sobre el tema, la invitación es a asistir a una charla que daremos en la Plaza Libertad de Prensa este domingo 26 de mayo a las 11:15 hrs., en el marco de la celebración del Día del Patrimonio Cultural en Chile, y a propósito de que nuestro país ratificó en 2009 la Convención para la Salvaguardia del Patrimonio Cultural Inmaterial.
Esto será en pleno corazón del Barrio Concha y Toro, en Santiago. Un maravilloso y hermoso espacio patrimonial que es de muy fácil acceso, pues está ubicado a tan sólo 5 minutos de la estación República de la línea 1 del metro. Les dejo el mapa para que no se pierdan. Ojalá puedan asistir. Los esperamos!! Que tengan unos hermosos días!!
Atentamente,
Sus servidores,
Made y Sergio,
¡Fuerza de Artesan@!
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