No es necesario que seamos poto y calzón para que hablemos de unidad entre los artesan@s.
Pues, para ser sinceros, muchas veces entre nosotros la amistad no es algo que nos caracterice, sobre todo cuando los espacios son pocos y nosotros muchos.
Aunque, claramente, esto no es algo que pase solamente en el maravilloso mundo de la artesanía, sino en todo ámbito en que haya que "competir" por ganarse el pan, el puesto, el permiso, el premio o incluso la pensión.
Todas estas son cuestiones que están en el diario vivir de uno como productor local, y con las que tenemos que lidiar permanentemente, olvidando de paso dar las grandes batallas para dar prioridad a los problemas intestinales, es decir, a las pequeñas e insignificantes disputas que podamos tener entre nosotros mismos, las que a fin de cuentas son las que más daño nos hacen, y las que en nada nos ayudan a mejorar nuestra obra o calidad de vida.
Por eso nosotros decimos que no es necesario que seamos los mejores amigos para decir que estamos unidos como artesanos y artesanas. Pues no es necesario que nos juntemos todos los días a tomar once y matarnos de la risa o pasar las vacaciones tu familia con la mía para decir que sí existe eso que llaman "unidad" entre nosotros.
Y es que en general yo pienso que no existe en nuestros días algo que nos identifique claramente como artesanos y artesanas, unos principios que sean tan sólidos que el sólo hecho de ponerlos en duda no sea ni siquiera pensable.
Es por eso que muchos de nosotros andamos cada uno por nuestra parte, dando la pelea como mejor podemos -o como mejor nos parece-, lo que resulta algo muy noble y heroico, pero que al mismo tiempo nos complica tanto todo aquello que podría ser infinitamente más sencillo, como el conseguir un espacio permanente en el que comercializar nuestro trabajo, por ejemplo, o el dejar de preocuparnos de qué será de nosotros cuando viejos, que por la naturaleza de nuestra obra nunca cotizamos en una AFP -aunque como está la situación, puede que esto sea incluso mejor-.
Estas son las cosas que ocurren cuando uno anda por las suyas, que todo se pone cuesta arriba. Esto es una incoherencia terrible en nosotros, donde muchos no alcanzamos a comprender que las técnicas no sólo son aplicables a nuestro propio trabajo, sino que también al trabajo que tenemos que realizar en conjunto como productores culturales para dejar huella en las personas, para que éstas sepan que estamos aquí todavía, y que somos muchos los que tenemos que compartir con ellos algo verdaderamente valioso, algo que va mucho más allá del mero objeto. Y esto uno no lo hace por sí sólo, porque por sí solos ciertamente somos como moscas.
Pero, ¿cuál es esta "unidad" que debemos cultivar entre nosotros para conquistar nuestros espacios?
Porque estar unidos es fundamental para conquistar nuestros espacios no sólo comerciales; sino que nuestros espacios jurídicos, nuestros espacios sociales, nuestros espacios políticos, nuestros espacios culturales, nuestros espacios económicos, nuestros espacios históricos, etc., etc.
Como les he venido comentando, no es necesario que seamos poto y calzón para estar unidos. Pienso que haríamos mucho sólo con coincidir en tres aspectos tremendamente significativos: el sentir, el pensar y el hacer.
Ya verán que cuando tengamos estos elementos en común tod@s y cada uno de nosotr@s será muy sencillo enfrentarse a cualquier reto que tengamos por delante, ¡que ni hablar de conseguir un espacio para vender!
Por eso lo primero es sentirse artesan@. Esto tiene que ver con un tema de identidad. El tener claridad y convicción con respecto a lo que se es y desde dónde uno hace lo que hace. Porque si no nos sentimos claramente artesan@s, ¿cómo vamos a diferenciarnos de los comerciantes, por ejemplo? ¿O cómo vamos a saber que nuestra obra tiene un valor intrínseco al ser construida con nuestras propias manos, a diferencia del producto de las máquinas industriales que no les dan trabajo a nadie?
Esta es la razón de que sea tan importante sentirse artesan@. Porque hay una gran fuerza en el hecho de tener una identidad, en saber hacer las cosas de determinada forma, en hacer las cosas uno mism@. Y esta fuerza tremenda es justamente la que necesitamos en tiempos como los que estamos viviendo, donde uno tiene que comprarlo todo porque no sabe hacer absolutamente nada, porque nos queda muy poco de eso que solía ser nuestra identidad.
Luego el pensar como artesan@ es otra cuestión clave si de unidad estamos hablando. Ya que cuando un@ está metido en este baile comienza a ver el mundo de otra forma, y te das cuenta de que para compartir tu obra y darla a conocer al público hay que hacer un trabajo mucho más que bonito.
En este sentido es imperativo tener consciencia de qué significa ser Artesan@ y cuál es el valor que tiene tu obra como expresión artística, histórica, económica, etc., lo mismo que el tener una ética, por ejemplo, el ser justos al momento de cobrar por nuestro trabajo, o el ser honestos a la hora de decirles a las personas que la obra que estás mostrando es producto del trabajo de tus propias manos. Y nunca está demás un poco de coherencia, es decir, que si quieres que las personas prefieran tu trabajo, uno mismo debe elegir por el trabajo de otros artesan@s, los que están en la misma de uno, ¿o es muy tonto lo que estoy diciendo?
Es así que finalmente llegamos al hacer, donde lo ideal es que uno se viva la vida en esto y no sólo para las ferias de artesanía o para la repartija de premios y beneficios.
Esta es la consecuencia inevitable del sentirse y del pensarse profundamente artesan@s, cuando comienzas a verlo todo desde la óptica del trabajo que las personas pueden hacer con sus propias manos, tal y como uno lo hace con las suyas.
Es de este modo en el que uno va comprendiendo que el trabajo y las técnicas no sólo son aplicables a los elementos que conforman tu obra, sino que también a la vida, donde cada instante es una acción que tendrá un efecto en el resultado final de lo que es nuestra propia existencia.
¿Qué quiero decir con esto? Que así como hay un método correcto para hacer nuestras obras, también lo hay para la vida. Y sería muy extraño que un artesan@ no aplicara en su propia vida lo que aprende día a día en el ejercicio de su trabajo.
Entonces todo se vuelve un hacer. Porque vinimos a este mundo a hacer y no a otra cosa. Puede que suene un poco pedante de mi parte decirlo, pero de verdad pienso que la finalidad de todo esto que llamamos vida es que cada una y cada uno de nosotros nos convirtamos finalmente en artesan@s, vale decir, en personas que son capaces de hacer las cosas por sí mismos, en Grandes Hacedores (aunque puede que esto lo esté diciendo mucho desde el corazón).
En fin. Pienso que unirse no es tan complejo. Pero deberíamos por lo menos juntarnos a conversar entre nosotros estos temas -aunque no nos llevemos del todo bien-, y no esperar a que los burócratas nos digan quiénes somos y definan qué es lo que hacemos, cómo, cuándo, dónde y para qué.
Porque si tuviéramos todas estas cuestiones un poquito más claras, qué fácil sería dar cualquier batalla sin ser necesariamente los mejores amigos. Es decir, partir por los hechos, por las acciones, por decidir y por ser lo que somos. Tal y como ocurre con el agua de los grandes ríos, que cuando encuentra su cauce no hay fuerza humana capaz de detenerla. Eso mismo debemos hacer nosotros. Encontrar nuestro propio cauce.
De otra forma va a pasar lo que pasa hoy con todos estos temas, que un grupo de amigos, que se tienen mucho cariño y respeto entre ellos, pretenden hablar en representación de los intereses de todos, aunque no todos podemos formar parte de su círculo. Eso no es unidad. Esa es sólo la forma mezquina en que siempre se han hecho las cosas en nuestro país.
Debemos comenzar a ser más generosos. Llegaríamos muy lejos si desconfiáramos menos. ¿O no?
Marzo de 2018.
Muchas gracias por leer esta breve nota. Ojalá que el contenido les sea de utilidad. Aprovechamos de dejarles una cordial invitación a escuchar nuestro programa de radio online ¡Fuerza de Artesan@! Donde reflexionamos más sobre éste y otros temas relacionados con la Artesanía. Si se animan a hacerlo es cosa de pinchar AQUÍ.
¡Que tengan unos hermosos días!
¡Nos vemos pronto!
Un fuerte abrazo,
Made y Sergio,
¡Fuerza de Artesan@!
Made y Sergio,
¡Fuerza de Artesan@!
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